El nombre de la bodega está inspirado en la esencia del luthier, el artesano que mantiene un oficio milenario trabajando madera y cuerda hasta crear instrumentos capaces de alegrar almas durante siglos.
Territorio Luthier es la creencia de que el vino realizado con paciencia y tradición puede compartir esa misión evocadora de la música. Solo gracias a la mejor uva, la labor del bodeguero y nobles crianzas se consigue ese efecto gracias al cual una copa de vino logra hablarnos de un lugar, de su historia, de su presente y de su futuro.